El pasado verano fuimos protagonistas de lujo en un reportaje publicado por el periódico El Mundo sobre las bodas en el siglo XXI. Puedes leerlo íntegro pinchando aquí. También te dejamos, justo abajo, la nota de prensa que enviamos a los medios de comunicación en la que contábamos, entre otras muchas cosas, cómo surgió la idea de montar nuestra empresa y las expectativas que tenemos de cara al futuro.

¡Somos una empresa dinámica y no vamos a parar!

La empresa ha abierto recientemente
una nueva oficina en Valencia y tiene previsto
inaugurar otra en Barcelona en 2017

 

EXEL EVENTOS

(BILBO DJ-VALENCIA DJ)

Y EL ARTE DE HACER PASARLO BIEN

  • La primera agencia de djs animadores de Vizcaya surgió en 2009 de una idea durante una boda, cuando el novio y un amigo se lanzaron, micrófono en mano, a animar a los invitados ante la apatía de la dj que habían contratado
  • La empresa ha pasado de organizar 39 bodas al año en 2009 a las 250 actuales
  • Su labor ha recibido reconocimientos como el Wedding Awards, el galardón más importante del sector nupcial en España
  • Los trabajadores de la firma son testigos de numerosas situaciones curiosas y anécdotas durante los enlaces

Se dice que de una boda sale otra boda. ¿Y por qué no un negocio? Ocurrió en la boda de Gerardo Martín, en 2009. En vista de que la dj que habían contratado para el enlace no animaba apenas el cotarro, el propio Gerardo y un amigo, Alex Muñoz, decidieron pasar a la acción y estuvieron todo el bodorrio, micrófono en mano, espoleando al personal. La juerga que se organizó, cómo respondieron los invitados (risas, buen rollo, todos los esqueletos en movimiento…), les iluminó. ¿Por qué no crear una empresa de djs animadores, un servicio de gente joven y dinámica capaz de levantar de su asiento al invitado más muermo y que por aquel entonces era imposible de encontrar?

Así nació Bilbo DJ, ahora Exel Eventos SL, la primera agencia de djs de Vizcaya especializada en animación de bodas y de la que Gerardo y Alex fueron cofundadores. Los orígenes, en plena crisis económica, no resultaron sencillos. Cuestas, muros, piedras en el camino… Pero no desfallecieron y enseguida hallaron alimento para su ilusión. Primero, el reconocimiento y la gratitud de los clientes que, poco a poco, les iban saliendo; y algo más adelante, los premios: tras ganar dos años seguidos el Sello de Oro del portal bodas.net, este 2015 han recibido el Wedding Awards en el área de música, el galardón más prestigioso en el sector nupcial español.

Dado lo bien que iban las cosas, Bilbo DJ tuvo un ‘hermano’ el año pasado: Valencia DJ. Y quién sabe si, de seguir así, la familia seguirá aumentando. De hecho, en 2017 está prevista la apertura de otra oficina en Barcelona. De las 39 bodas al año que la empresa organizaba (y amenizaba) en 2009, ha pasado a más de 250 actualmente, convirtiéndose en una de las más valoradas del sector. “Pero lo que de verdad nos llena es ver la felicidad de nuestros clientes por nuestro trabajo. Eso es lo que nos dice que vamos por el buen camino”, se felicita Alex.

La empresa tiene ya a seis personas trabajando en las dos oficinas de Bilbao y Valencia, y hasta 16 en activo los fines de semana con más picos de trabajo. Aunque su especialidad son los djs animadores, Exel Eventos SL ofrece otros servicios esenciales para una óptima celebración del enlace, como Animación Infantil, Oficiante de Ceremonia, Monologuista, Camarera Falsa… Todo para que los invitados disfruten.

Desde detrás de la mesa de mezclas

El objetivo de la empresa es justo ese: que todo el mundo lo pase bien. La bodas suelen ser un compendio de anécdotas, situaciones divertidas… A ello contribuyen el buen ánimo de los asistentes y, cómo no, también el alcohol. Los trabajadores de Bilbo DJ y Valencia DJ son testigos de excepción de esas historias o chascarrillos y, en ocasiones, incluso los protagonistas principales.

“Lo más curioso que nos suele pasar es que nos vengan a pedir canciones sin tener ni idea de cómo se llaman, o teniendo una remota idea. Nos hemos acabado convirtiendo en intérpretes de títulos”, comenta (y sonríe) Alex. Como cuando un invitado se acercó a pedir “la canción de Helloween; sí esa, joer, ¡es super-conocida!”. Tras pedirle que la tarareara, todo se aclaró: era What is love, de Haddaway.

En otra ocasión, una pareja estaba “muy enfadada” por la cantidad de actos que un hotel había organizado al mismo tiempo que su boda. El barullo y trasiego de personas era monumental. Al final del enlace, los recién casados se encontraron con el siguiente mensaje en el libro de firmas: “Pasaba por aquí, he visto ambiente y, aunque no os conozco de nada, me he sumado al fiestón. Tengo que decir que sois una gente cojonuda. ¡Gracias por la comida y la bebida!”.

O cuando un dj de la empresa casi ocasiona un divorcio el mismo día de la boda. La fiesta acababa a las 12, pero estaban pasándolo tan bien que decidieron ampliarla hasta las 2 de la mañana. Ocurrió que, llegadas las 2, la gente seguía queriendo más. Y el primero de todos el novio. “¡Sí, nos quedamos una hora más!”, propuso ante la mirada ‘poco amiga’ de su reciente mujer, quien no dejaba de repetir que el autobús no iba a esperarles otra hora. En un último y desesperado intento, el novio lanzó: “¡Pues hasta las seis de la mañana y volvemos en autobús de línea!”. Algo le debió de decir su mujer que le hizo entrar en razón y, por suerte, la sangre no llegó al río.